Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.Fuente:Texto
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Cada lector es un mundo, y por lo tanto tiene su propia perspectiva. La verdad que no conocía este relato del autor y, sin más, gracias por ponerlo y darme la oportunidad de ampliar mi conocimiento de Cortázar. Retomando lo que dije al principio, como cada lector es un mundo, yo interpreto que esta historia está referida a que no podemos esperar que las cosas se den como queremos si tomamos las precauciones adecuadas, después de todo, ¿Quién dijo cuáles son las precausiones adecuadas y cuáles no lo son?. Creo que este señor de la historia aprendió mucho cuando se le cayeron los anteojos por sgunda vez, y seguro se habra quedado pensando tanto como yo.
ResponderBorrarMuy bueno chicas, felicidades por el blog. Y la música de fondo, maravillosa!!!
Macarena López Nayar.
Gracias maca por tu opinión y por tu tiempo al leer este relato!! Pienso que nos enseña que siempre hay que tener precaución, por mas que los lentes tengan estuche o no, uno nunca sabe lo que puede pasar,y como vos dijiste " no podemos esperar que las cosas se den como queremos si tomamos las precauciones adecuadas". Si las cosas tienen que suceder simplemente suceden.
ResponderBorrarGracias maca!! me alegro que te haya gustado :)
Ayelen Gazcon.